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Mensajeros del Alba por Barbara Marciniak

08 Dic

Les recomiendo leer este hermoso libro, el cual te recuerda tu origen y lo que ocurrio con la raza humana.

Compilacion de mas de 400 horas de canalizacion por Barbara Marciniak, Mensajeros del Alba es un libro sorprendente que nos ofrece las ensenanzas de los Pleyadianos, un grupo de seres iluminados que han acudido a la Tierra para ayudarnos a descubrir como alcanzar un nuevo estadio en nuestra evolucion.

La eleccion de los Pleyadianos consiste en que los humanos descubramos nuestra divinidad, nuestra conexion con el creador y con todo lo que existe. Todo esta conectado, y aunque no nos demos siempre cuenta, nosotros formamos parte de este todo.

Recordando que pertenecemos a la Familia de la Luz crearemos una nueva realiadad, un nuevo planeta tierra.

Laminosas, intensas, inteligentes y controvertidas, las ensenanzas de los Pleyadianos son fundamentalmente para cualquiera que se cuestione su existencia en este planeta.

Mensajeros del Alma nos ensena a tranformar los obstaculos en senales y a comprender su mensaje simbolico.

Barbara Marciniak es una autora conocida internacionalmente gracias a su best seller Mensajeros del Alba (Bringers of the Dawn). Ha impartido clases y seminarios en USA, Peru, Mexico, Grecia, Australia y Bali.

Espero que les guste.

Lo comparto con todo mi corazón. Barbara Marciniak Mensajeros Del Alba (hacer click en link)

 
1 comentario

Publicado por en diciembre 8, 2011 en Uncategorized

 

Una respuesta a “Mensajeros del Alba por Barbara Marciniak

  1. Carla Gilardi

    febrero 3, 2012 at 10:33 pm

    UNO – Embajadores a través del Tiempo

    Estamos aquí. Somos los Pleyadianos, una energía colectiva de las Pléyades. Poseemos una larga histo­ria. Nuestros ancestros llegaron de un universo que había logrado la realización, un universo. Vosotros estáis viviendo simplemente en un planeta que se acer­ca a la realización, y estamos aquí para ayudaros en esta tarea. Esta realización o transformación ha sido anunciada durante muchos eones. Es un momento im­portante. Lo que suceda en la Tierra ahora afectará a todo el universo.
    La realización consiste en que comprendáis quié­nes sois para que podáis ir más allá en el experimento. Nuestros ancestros provenían de un universo que se había realizado y luego había comprendido universal­mente que era el Creador Principal, la Primera Causa, o el viaje del Creador Principal en el tiempo. Venían de un universo que había descubierto su esencia: la creatividad. Al descubrir esa esencia, descubrimos que somos creadores.
    Nuestros ancestros pudieron elegir entre regresar al Creador Principal —que es simplemente movimien­to— y permanecer dentro de esa vibración, o conti­nuar, como sucede siempre que se ha logrado la reali­zación de la forma. Eligieron venir a este universo como embajadores porque se dieron cuenta de que algún día estaríais preparados para la realización. Vi­nieron a las Pléyades porque algún día ese sistema solar sería capaz de ayudaros en la época más difícil, la crisis previa a la reconexión con el Creador Princi­pal. Nuestros ancestros fueron algunos de los Planificadores Originales de la Tierra, que plantaron semi­llas de creatividad y amor en los mundos. Debido a sus cualificaciones, gustaban de orquestar mundos, del mismo modo que los conductores aman conducir. Nuestros ancestros son también vuestros ancestros, y nos gusta llamaros nuestra antigua familia, pues en realidad lo sois. Nuestros ancestros entregaron su ADN a los Planificadores Originales, y este ADN se convir­tió en parte del ADN de la especie humana.
    Los Pleyadianos venimos de vuestro futuro. En nuestra versión del «ahora», aún existen la tiranía y el tumulto, y hemos vislumbrado probables futuros de la Tierra que incluyen la misma tiranía y decadencia. El concepto de tiempo no es correctamente comprendido en la realidad de la tercera dimensión: vosotros creéis que el tiempo se mide en minutos o grados. El tiempo es mucho más vasto de lo que creéis. En realidad, el tiempo codifica y juega con la información, pues al estirarse, distorsionarse, curvarse y moverse, os per­mite penetrar en distintas realidades simultáneamente. Podéis entrar en una curva elíptica del tiempo y expe­rimentar diferentes realidades simplemente despla­zándoos por la curva y descubriendo que el tiempo no es «sólido», como tampoco lo es la realidad.
    Como todas las realidades no son sólidas y como el futuro no está establecido (es tan sólo un número de probabilidades), vemos que ahora es el momento en que se da la oportunidad para insertar una probabili­dad más positiva en la Tierra. Deseamos reinsertar la luz en este planeta y devolverle a la Tierra su propósi­to original: el convertirse en un magnífico centro de intercambio de información intergaláctica. Así que he­mos regresado en una sección de tiempo a un lugar que llamamos una semilla, con el fin de poder produ­cir un cambio. Este cambio no sólo afectará a la Tie­rra, afectará también a vuestro futuro, a nuestro pre­sente y a todo el universo.
    ¡Éstas son buenas noticias! Habéis venido a la Tie­rra en un momento y un lugar en que la evolución está a la mano. Está a punto de producirse un gran salto en el que participaréis, y no estáis solos, ya que muchas energías están llegando a la Tierra en estos momentos para participar en este gran proyecto. Hay naves no­drizas rodeando el planeta. Hay rayos de luz que están llegando a la Tierra desde viejos y antiguos sistemas de estrellas que han estado trabajando para vosotros durante eones. Estos rayos de información están sien­do enviados hacia el planeta.
    A medida que esta información os sea transmitida, vuestros cuerpos deben ser capaces de recibirla, albergarla, y retransmitirla a otros. Muchos de vosotros estableceréis vínculos telepáticos con estas naves no­drizas, lo cual será como tener vuestras propias esta­ciones de radio, con las cuales podréis sintonizar con una gran riqueza de información siempre que queráis.
    Ésta es la evolución de la superconsciencia, la evo­lución hacia el aspecto más elevado de vuestro ser. No tenéis que preocuparos por convertiros en ese ser, ya sois ese ser, sólo tenéis que recordarlo. Desde que los velos que rodeaban la Tierra fueron retirados du­rante la Convergencia Armónica, habéis estado reci­biendo constantemente destellos de esta energía del cosmos exterior. Esta energía es elevada y aumentada constantemente, a medida que vais siendo capaces de manejarla. Estáis evolucionando ahora a un ritmo tan acelerado, que cada año de esta década será como diez años o más del siglo pasado. Sentid cuánto ha­bréis logrado en el año 1999 y cómo seréis. Será como si hubierais vivido cien años en una década.
    Estaréis inundados de memoria, inundados con mu­chas otras cosas. Muchos de vosotros viajaréis en las naves hacia varias porciones del sistema solar. Al en­trar en la Era de la Luz, se abrirán mundos de cuya existencia no teníais conocimiento. Habéis atravesado las otras eras: la Edad de Bronce, la Edad de Hierro, la Era Industrial, la Era de la Información, y muchas más. En estas eras, de lo que se trataba era de echar semillas, cultivar, y de colocar las potencialidades de la vida en la tercera dimensión.
    La transición está a punto de ocurrir, un cambio dimensional que hará disminuir la densidad de la ter­cera dimensión para que podáis moveros hacia dimen­siones más elevadas, en las que el cuerpo no tiene un estado tan sólido. Habéis venido aquí porque queréis dominar el proceso evolutivo y aprender a vivir con él. Esto será muy emocionante, porque significa que podréis funcionar en muchas realidades.
    Las respuestas están enterradas en lo más profun­do de vuestro ser. Las preguntas llegan a vuestras mentes para que encontréis las respuestas en vuestro interior. Para conseguir esto tenéis que creer que la información está almacenada ahí. La humanidad está aprendiendo una gran lección en estos tiempos. La lección consiste, por supuesto, en que reconozcáis vuestra divinidad, vuestra conexión con el Creador Principal y con todo lo que existe. La lección consiste en que os deis cuenta de que todo está conectado y de que vosotros formáis parte del todo.
    Hay multitudes de culturas y sociedades que exis­ten en la inmensidad del espacio, y estas sociedades y culturas han entrado y salido de este planeta desde el principio. Los Pleyadianos no somos los únicos que hemos venido a asistiros; somos sólo un grupo de uno de los tantos sistemas de estrellas. Muchos han viaja­do aquí por muchas razones. La mayoría de los extraterrestres están aquí para vuestro bien, aunque tam­bién hay quienes están aquí por otras razones.
    Vuestra historia se mueve a través de épocas muy especiales. Muchos de vosotros os involucrasteis en la Tierra hace eones a través de la energía estelar, tra­bajando con los reinos más elevados. Tenéis un cono­cimiento bastante completo de las dificultades que ha atravesado la Tierra, así como de los movimientos de tierras que tuvieron lugar y de cuántas veces ha llega­do ayuda del cielo.
    La información fue distorsionada cuando aquellos que llegaron de los cielos para ayudar en vuestro de­sarrollo fueron considerados dioses. Así como los ni­ños hacen sus ídolos de aquellos que pueden hacer lo que ellos no pueden, vuestra sociedad ha demostrado este mismo sistema de creación de dioses. El concepto que se esconde detrás de este método es uno de los paradigmas que habéis venido a cambiar. El mundo tridimensional es todo un reto, pues permite que se construyan increíbles limitaciones. Por medio de estas limitaciones se forman estructuras y, mediante este proceso, creáis, y aprendéis que sois una porción del Creador Principal y que el Creador Principal desea experiencia.
    Sois seres magníficos, miembros de la Familia de Luz, y habéis venido a la Tierra en esta época con la tarea de crear un movimiento, hacer un cambio, y asistir a la transición. El amor es la clave. El amor es lo que crea al universo. La actual tecnología terrestre se desarrollará sólo hasta cierto punto porque la hu­manidad aún no ha comprendido que el amor es nece­sario. La energía puede tomar todas las formas de la creatividad, pero cuando uno está lidiando con la co­dicia o con el odio o con cualquier otra emoción que no se dirija hacia la luz, sólo se le permite avanzar hasta cierto punto. Sólo existe una cierta cantidad de información disponible para esa vibración en concre­to. El amor es el ladrillo básico para la construcción, por eso, cuando uno tiene amor, todas las posibilida­des existen. El plan es hacer regresar los antiguos conceptos de luz, que son información y amor —que es creatividad—. Para ello es necesario que quienes renie­gan, como los miembros de la Familia de Luz, entren en un sistema que ha sido mayormente oscuro durante eones y lo cambien.
    Somos que reniegan aquí donde estamos. Como ya hemos dicho, nuestro propio sistema necesita una trans­formación. Estamos haciendo de puente o vínculo en­tre la Familia de Luz y una variedad de sistemas, con el fin de cambiar nuestro propio sistema. Cuando ele­váis vuestra consciencia por medio del amor y la res­ponsabilidad, nos nutrís, nos colmáis, nuestra cons­ciencia se expande y así evolucionamos aún más. De manera que, así como nosotros somos vuestros ami­gos y vuestros guías y os asistimos, vosotros también nos asistís a nosotros.
    ¿Adónde os llevará esta transición? Nos gustaría veros cualificados para formar mundos consciente­mente. Estáis preparados para dejar caer semillas y para ser plantados en muchos otros mundos que están siendo formulados, y como habéis almacenado en vues­tras memorias la historia de lo que ha ocurrido aquí en la Tierra, seréis capaces de enseñar a otros y a mante­ner conscientemente la dirección hacia donde otros mundos deben dirigirse.
    El plan en el que estáis participando es muy vasto. Todos vosotros saltasteis ante la oportunidad de estar aquí, en un lugar que ofrece tantos retos, en una época que ofrece tantos retos. Estábamos seguros de que erais capaces de hacerlo. También se os comunicó, antes de que vinierais aquí, que seríais asistidos y que, en las diferentes etapas de vuestro desarrollo, muchas entidades se presentarían en el planeta para poneros en marcha, encenderos y recordaros—no para hacer el trabajo por vosotros—. Somos un disparador, un catalizador. Cuan­do oís el nombre Pleyadianos, sentís una conexión por­que os estamos asistiendo para que vuestra información, vuestros conocimientos, se manifiesten.
    Trabajamos con vosotros con el fin de recordaros quiénes sois para que encontréis la mayor fuente de inspiración. Si pudiéramos asignaros una carrera a cada uno de vosotros o daros una forma de ser, os pediríamos a cada uno de vosotros que os convirtierais en una inspiración. Cuando seáis capaces de vivir en esta facultad y ser una verdadera inspiración para todos los que entren contacto con vosotros, estaréis viviendo vuestra luz, y eso es bastante profundo.
    Recordad que tenemos nuestras razones para estar aquí, y que vosotros tenéis las vuestras, y que estamos aquí para evolucionar juntos y crear una nueva fre­cuencia de vibración. Queremos romper los paradigmas que separan a los individuos mientras evolucionan. Queremos crear una embajada, un juego de armonía y cooperación, entregándoos una información que os golpee en el centro de vuestro ser, sin importar cuáles hayan sido vuestras creencias hasta el momento.
    Nosotros, el grupo que os habla, nos proponemos llenar nuestro propio resumen con algunas experien­cias interesantes. Cuando empezamos a hablar en 1988, nuestro colectivo estaba compuesto por un grupo de cincuenta a setenta y cinco entidades —algunas físi­cas, otras no-físicas, todos Pleyadianos—. Nuestro nú­mero está creciendo y ahora nuestro colectivo está formado por más de cien entidades de distintos siste­mas. Ahora se nos podría llamar Pleyadianos Plus. En nuestra realidad, hay quienes no creen que podamos lograr lo que nos hemos propuesto realizar con voso­tros. Piensan que corremos demasiados riesgos, pero aún así están esperando ansiosamente en sus sillas para ver lo que sucede. En vuestro sistema, existen personas que creen que estamos aquí para propagar el miedo, pero nosotros no lo vemos de esa manera. No deseamos asustar a nadie: sólo queremos informaros. Si os sentáis en una habitación oscura y escucháis ruidos extraños, podéis sentir temor. Sin embargo, si encendéis la luz para ver qué es lo que produce el ruido, entonces ya no tenéis tanto miedo. Queremos que estéis informados acerca de lo que estáis manejando. La luz es información; la ignorancia es la oscuridad. Queremos que trabajéis en la luz, no en la oscuridad.
    Estamos trabajando con vosotros porque queremos que nuestra consciencia evolucione hacia un mayor libre albedrío y una mayor expresión. Así como la tarea que os ha sido asignada es cambiar el sistema al que pertenecéis, la nuestra es cambiar el sistema al que pertenecemos. Nosotros también tenemos un pro­pósito. Como ya dijimos, venimos de vuestro futuro y, en ciertas instancias, tenemos las manos llenas. Os necesitamos, así como vosotros nos necesitáis. Voso­tros, como miembros de la Familia de Luz, podéis instituir, implementar o insertar una probabilidad nue­va en la cadena de realidades que surgirán en los próximos veinte años desde este sector de la existen­cia, porque vivís físicamente en este planeta. Es a través vuestro como ocurrirá la transformación. Lo que hacéis ahora nos afecta sobremanera. Lo que suceda con la Tierra nos afecta sobremanera.
    Estamos aquí para asistir, enseñar y evolucionar a medida que vayamos pasando por este proceso juntos. Os damos nuestra versión de las cosas con el único fin de elevar vuestras consciencias. ¡No queremos decir que esta versión, y sólo ésta, sea la correcta! Toda esta enseñanza está diseñada con un gran propósito en mente, y las historias que os explicamos tienen el fin de llevaros a un plano de consciencia más elevado. Éstas son nuestras intenciones.
    Las palabras que escogemos y los conceptos de los que hablamos, pondrán en marcha los códigos que están almacenados dentro de vuestros cuerpos. Vues­tros cuerpos están esperando a que las preguntas sean formuladas para que podáis empezar a resonar con las respuestas que tenéis en vuestro interior —para que la memoria celular que se halla en vuestros cuerpos, pueda comenzar a recordar lo que ya sabe— A medi­da que os vayamos hablando, iréis recordando.
    Al hablar con vosotros, deseamos expandir vuestra definición de la realidad; sin embargo, nunca toméis nada de lo que decimos literalmente. Seguid siempre la espiral más larga que nos proponemos crear, que os permite ver una imagen más amplia. Nunca os que­déis en la definición de una idea, ya que únicamente estamos aquí para abrir vuestros paradigmas y sacu­dir vuestras jaulas para que comencéis a encontrar la activación del verdadero conocimiento, el auténtico conocimiento, que está almacenado en vuestro inte­rior. Es ahí donde se encuentra la información, y he­mos venido a despertarla en vosotros.
    Queremos lanzar ideas para que reflexionéis. Que­remos animaros a que no os detengáis en una sola idea y que os acerquéis a aquello que os hace dudar y a aquello que teméis. Daros cuenta de que cuando os enfrentáis a lo que consideráis son las partes oscuras de vuestro ser estáis creando una oportunidad para liberaros de todo aquello. Esto nos conduce al primer y único credo: el pensamiento crea. No importa en qué situación os encontréis, es el poder de vuestros pensamientos lo que os ha llevado hasta ahí. La implacable creencia de que el pensamiento crea transfor­mará vuestra experiencia y la existencia planetaria.
    Os recomendamos que cuestionéis a todo aquel que sobredefina u os diga absolutos. Es importante oír muchas opiniones distintas y muchas historias dife­rentes. Escuchad la historia que os cuentan y luego observad qué sensación os produce. ¿Os beneficia y os eleva? Una de las cosas que nos gustaría enseñaros es que sois vosotros los que tenéis que decidir lo que haréis. Os proporcionamos información; sin embargo, depende de vosotros decidir qué hacer con ella: voso­tros os hacéis cargo de vuestras vidas, no nosotros.
    Nos enorgullece ser narradores de historias. Hay una cierta credibilidad y un cierto sensacionalismo en nuestra forma de presentar la información. Sin embargo, la histo­ria que os expliquemos en un determinado momento no es, en absoluto, la única historia. No es el final y nunca es la única verdad. Es tan sólo un fragmento, una pequeña porción de una imagen mayor.
    No importa qué historia os contemos hoy, dentro de un año os contaremos una historia distinta, porque dentro de un año tendréis una mayor capacidad de comprensión. De manera que la historia evolucionará constantemente. Vuestra tarea consiste en encontrar vuestra identidad dentro de la historia, descubrir lo que sabéis —no lo que queréis creer ni lo que os han dicho—. Es imperativo que confiéis en lo que sabéis, pues el conocimiento es vuestra conexión con el Crea­dor Principal. Todos y cada uno de vosotros tendrá que saber que su vida trata de algo a medida que vaya recordando su cometido.
    Tú misma escogiste estar aquí. Tienes la asigna­ción de recuperar tu memoria y de llevar el valor de la existencia humana a la delantera de la creación. Eres necesario. Te has estado entrenando para esta misión durante muchas vidas, te has preparado. Todo lo que necesitas saber ahora está dentro de ti, y tu tarea es recordar tu entrenamiento. En esta vida no se te ense­ñará nada nuevo. Como hemos dicho anteriormente, en esta vida recordaréis lo que ya sabéis, y estamos aquí con el único fin de haceros recordar. Eso forma parte de nuestra misión.

     

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