El futuro y el nuevo orden, escrito desde el hoy, que seremos los de ayer en el mañana.
Seremos el nuevo orden. Somos privilegiados de ser testigos de esta era, de esta transición.
Ya en el futuro nos verán en forma romántica, porque fundamos los principios de su vida. Seremos esos románticos y los olvidados, los que desarrollaremos las nuevas fronteras que darán sentido a una nueva moral, a una nueva manera de sentir, una nueva forma de hacer ciencia, una manera de usar la tecnología y a una nueva manera de pensar basados en todos los debates de los que somos testigos.
He escuchado de muchos que los del futuro verán esta época como una era horrible, difícil y dolorosa por la que pasamos a duras penas. No lo creo, ellos harán lo que ha hecho la historia en todo el mundo, van a olvidarse de todo eso. De hecho van a imaginar esta época de forma romántica. Van a imaginar este momento como el glorioso instante en el que sentamos los fundamentos esenciales de sus vidas, de su sociedad, de su tecnología y su futuro.
El hoy es como el nacimiento en donde todo es un desorden sangriento y terrible, pero luego, ¿qué se obtiene de ello?, vida nueva.
Es un honor estar presente en esta época, somos testigos de un nuevo nacimiento en la totalidad de la vida futura, y todos nuestros aciertos, errores y profecías serán estudiadas desde el romántico intento por definir lo que para ellos es una verdad, hasta que uno logre instalar una verdad que no pueda ser revelada, pero tenga efectos directos en la ciencia, en la tecnología o en la antropología.
Somos arquitectos del futuro, pero sin darnos cuenta somos también objeto de estos cambios. Nuestra salud presente, nuestra vida, nuestro futuro, nuestros hijos, son parte de toda esta historia que huele a incertidumbre, pero que construye lo fantasioso del mañana. Por eso son tan perturbadores para muchas personas que por miedo darán un paso atrás.
Creo que nuestra elección al elegir la vida, no se si vamos a recorrer o no este camino. Personalmente, estoy esforzándome para que lo hagamos. Es como vamos a albergarlo en nuestros corazones, es como vamos a mirarlo.
Creo que Tucídides nos lo dijo muy claramente en el 430a.c.: «los más valientes son aquellos que tienen la visión más clara de lo que les espera gloria y peligro por igual y aún así avanzan y lo enfrentan».
Fernando Araya Urquiza
ambardelalma 